La trabajadora de limpieza pasa por las habitaciones del hospital cantando alabanzas y orando por los pacientes. «Que ella venga aquí ya nos hace bien”, dijo una paciente.
Márcia Moraes trabaja en un hospital de la ciudad de Belém, Brasil, como asistente de limpieza, pero su trabajo ha ido mucho más allá de mantener limpia los ambientes: sus alabanzas y oraciones han transformado la vida de los pacientes.
En una jornada de 12 horas, Márcia, más conocida como Princesa, inicia su rutina de trabajo con una oración.
“Recojo mis cosas, preparo mi carrito, llamo a mi colega, la tomo de la mano y le digo: ‘Oremos para que Dios le dé un día muy bendecido’. Cuando terminemos nuestra oración, vamos a trabajar”, le dijo a G1.
Mientras Márcia limpia las habitaciones del hospital, canta alabanzas y aprovecha para visitar las salas, donde habla y ora por los pacientes. Una de ellas es la maestra Edna Brito, quien se encuentra hospitalizada en Belém a causa de cálculos renales.
“Estaba muy triste por estar lejos de casa y la Princesa se dio cuenta”, dijo Edna. “Encontré con su cuidado una segunda madre en el hospital. Que ella venga aquí ya nos hace bien”.
Marcia dice que también celebra con los pacientes que son dados de alta. “Empiezo a danzar y cantar: ‘¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya! ¡Jesús es el vencedor!’”
Se convirtió ademas en un canal de Dios en el hospital, pero enfrentó días de dolor antes de eso: comenzó a trabajar allí una semana después de enviudar. “Sentí un abrazo de Dios al llegar a este hospital, y me sentí acogida en un momento tan difícil de mi vida”, dijo.
Cuando la jubilada Cleuza Soares salió de la UCI, recuerda que fue tomada por el desánimo, pero fue impactada por la actitud de Márcia.
“Cuando entró en la sala, me preguntó por qué estaba triste y comenzó a cantar alabanzas. Esos cánticos fue fundamental. Me estaba tocando el alma, mi dolor y esa cicatriz, que se estaba curando. Con cada momento que ella alababa, me renovaba. Doy gracias a Dios por seguir poniendo ángeles en esta tierra, y la Princesa Márcia es uno de esos ángeles”, declaró la paciente.
Según la psicóloga Patrícia Diniz, las alabanzas de la trabajadora de limpieza puede ayudar a los pacientes en momentos de angustia. “A los pacientes les gusta, se tranquilizan con la intervención y su canto y eso vale mucho”, dice la psicóloga