Un fuerte terremoto al suroeste de China está dejando estragos en toda la zona debido a los graves daños a las infraestructuras y edificios que han dejado más de 60 muertos, más de 200 heridos y al menos 12 desaparecidos.
Para este martes, los bomberos y militares del país estaban buscando a sobrevivientes y desaparecidos dentro de la provincia de Sichuan, la cual incluye al pueblo de Qinggangping y al condado vecino de Shimian como los más afectados, según el recuento oficial de la prefectura autónoma tibetana de Garze.
Los últimos números identificaban a unos 250 heridos, 66 personas fallecidas y unos 12 desaparecidos que están siendo buscados entre los escombros, zonas que ahora están expuestas a deslaves y derrumbes debido al pronóstico de lluvias.
Alrededor de unos 11.000 habitantes fueron evacuados de dichas zonas, en las cuales hay unas siete plantas hidroeléctricas que sufrieron graves daños, según la información compartida por el Ministerio de Recursos Hídricos.
Chen Ling, quien dirige un restaurante en el pueblo de Moxi, uno de los más afectados, dijo que los socorristas y soldados del ejército tienen a muchas personas en tiendas de campaña, ya que desde el terremoto no han cesado las réplicas, por lo que podría ser riesgoso para las personas permanecer en dichas zonas, aun cuando no cuentan con electricidad.
“Es más seguro estar aquí, porque todavía hay réplicas y las tejas pueden caer fácilmente de los edificios. La electricidad está cortada, aunque nos han puesto generadores”, dijo ella para AFP, quien espera quedarse al menos unos 15 días para guardarse de la tragedia.
“Todos los edificios presentan un riesgo de derrumbe. Algunos no se han venido abajo pero todos tienen fisuras”, dijo otra propietaria de otro restaurante de la zona llamada Yang Qing, quien está durmiendo en una de las tiendas de campaña.
Por otro lado, unas 200 personas permanecen bloqueadas dentro del valle de Hailuogou, zona conocida por el turismo de glaciares y cumbres nevadas, la cual tiene unos más de 2.850 metros de altitud.
Con una magnitud de 6.8, el terrible terremoto sacudió este lunes aproximadamente pasado el mediodía (hora local), siendo la provincia de Sichuan el epicentro a unos 200 kilómetros al oeste de la capital provincial de Chengdu.
Las rutas más conocidas dentro de la provincia se convirtieron en ruinas después del terremoto, por lo que muchos socorristas tienen que atravesar puentes improvisados o cruzar ríos con cables puestos entre las dos orillas para buscar a sobrevivientes.
Actualmente hay unos 6.500 socorristas que conforman los equipos de rescate enviados por el gobierno chino, acentuándose en Chengdu quien está siendo afectada nuevamente con brotes del Covid.
Asimismo se conoció que los servicios meteorológicos ya activaron las alertas de lluvias desde este martes en curso hasta los próximos días, lo que podría complicar los rescates en la zona ya habitual para los sismos y terremotos.