El misionero Joshua Bold nacido en Estados Unidos que plantó iglesias en Irak y que experimentó un encuentro con Dios, informa CBN News.
Sin embargo, el hombre tuvo una fuerte lucha espiritual antes de convertirse en cristiano.
En su adolescencia fue rebelde y adicto a las drogas, pero en medio de la desesperación le oró a Dios para ser salvo.
Joshua experimentó una liberación de las drogas de manera instantánea.
“No pasé por retiros. Por eso, sentí ganas de contarles a todos acerca de Jesús”, dijo.
Cuando Joshua se adentró en el camino del Señor retomó contacto con su antigua novia con quien se casó.
Joshua y su esposa Bevin se enamoraron de Irak y comenzaron a plantar iglesias en el país.
Pero en 2011, un grupo que profesaba el odio contra Estados Unidos secuestró a Joshua por provenir de ese país.
Los integrantes del grupo golpearon a Joshua y lo mantenían amarrado y le dijeron que nunca vería la luz del día.
“Allí oré por un nuevo tipo de liberación. Dije, Dios, renuncié a mi vida y llegué hasta aquí, pero creo que el Señor no quiere que muera así, solo porque soy estadounidense. El Señor es mi libertador, por favor líbrame de esto”, recordó las palabras de su oración.
Joshua dijo que Dios le mostró una visión de Jesús pidiendo perdón sin haber pecado.
“Dios mostró que hay libertad en el perdón y entonces les dije a esos hombres que estaba en Irak para servirles con el amor de Dios y no para luchar contra ellos”, dijo.
“Le expliqué que si me mataban con esa rabia, incluso dentro de su religión sería considerado pecado y asesinato. Les pedí que me perdonaran por cualquier cosa que yo o mi gente hayamos hecho para causar esa ira”, continuó.
La pareja regresó nuevamente a Irak y evangelizó a muchos por dos años más.
Actualmente, la pareja trabaja en la International Mission Acceleration Strategies, ministerio que evangeliza a los pueblos no alcanzados.
En este esfuerzo, están viendo plantar al menos tres iglesias al día, donde hay conversión, salvación y milagros.