El ministerio “God Behind Bars” (Dios a través de las rejas) se ha asociado con iglesias de EE.UU para que así juntos puedan llevar el evangelio a todos los cautivos, guiándolos en una experiencia única de adoración al Señor que les brinda la oportunidad de saber que pueden ser nuevas criaturas en Cristo.
“Al invitar a Dios a la prisión y mostrar su amor de manera tangible, Dios detrás de las rejas está restaurando vidas, fortaleciendo la fe, luchando contra las adicciones.
Reconectando familias y dando esperanza para el futuro a miles de reclusos”, dice el sitio web del ministerio.
Su director ejecutivo, Jake Bodine, dijo que la idea de lanzar este ministerio surgió a través de una experiencia de adoración a Dios en 2009 dentro de un centro penitenciario en Nevada.
Contó que los reclusos entraron a una habitación y comenzaron una alabanza espontánea además de danzar para mostrar el amor de Dios que estaba llenando sus corazones.
«Nuestro equipo comenzó a soñar, ¿qué pasaría si pudiéramos reproducir esto en 5000 prisiones de todo el mundo?», explicó Bodine.
Así pasaron varios años y las experiencias no faltaron haciendo que el ministerio se expandiera de costa a costa logrando excelentes resultados sobre personas que han aceptado a Cristo dentro de estos lugares.
Recientemente y gracias al esfuerzo de varias iglesias, 265 mujeres reclusas fueron bautizadas en la fe cristiana dentro del Centro Correccional de Mujeres de Denver, todas aceptaron a Jesús antes de bajar a las aguas.
«Me sentí rodeado de mi familia y eso es lo que hizo que la experiencia fuera significativa», Comentó una de ellas.
«Esta fue la primera vez que algunos reclusos escucharon el nombre de Jesús. En esta prisión, hemos visto a cientos de reclusos dar su vida a Jesús en los últimos dos meses»