Este sábado pasado la Primera Iglesia Bautista de Brasil realizó en la playa Jaguaribe, en Salvador, un bautizo colectivo de aproximadamente dos mil personas.
La iglesia tiene 137 años, una de las más antiguas de Brasil, y durante la última década ha realizado bautismos multitudinarios.
Alabanzas y oraciones retumbaron en la playa por la gran cantidad de personas a ser bautizadas, la comunidad fue impactada y los miembros de la iglesia se sintieron complacidos y agradecidos con Dios por el trabajo tan prominente que han realizado los últimos años en la región.
Entre las personas que fueron bautizadas se encuentra la más joven del grupo, Thalita, de ocho años, quien contó cómo es participar en el bautismo colectivo. «Quería hacer un pacto con Dios«, dijo.
Edna Santos, de 62 años, dijo que la fe la ayudó a combatir el cáncer de seno.
«Me apegué mucho a Dios y fue entonces cuando decidí aceptar a Jesús porque Él me sanó», comentó Santos con emoción.
Las personas se reunieron para sumergirse en el agua y reafirmar su compromiso con la fe, con la expectativa de un cambio de vida después de este acto.
«Es Dios entrando en nuestras vidas. Ahora está esperando que él actúe y deje que suceda como él quiere», informó el agente endémico Carlos Franco.
Esta gran cantidad de personas al ser bautizadas le dan a los demás un sentido de aliento. Demuestran un acto de valentía y decisión para toda la vida.