El poder de Dios es grande, Dios es misericorioso a si como el lo ha hecho con Katherine Wolf, tambien lo hará contigo si tienes Fe.
Siendo ex reina de belleza y también oradora, Katherine Wolf sufrió un derrame cerebral con solo 26 años y después de 6 meses del parto de su primer hijo, James; dicha condición le provocó una hemorragia cerebral que la dejó en una condición realmente crítica.
Tras 16 horas de operación de la que sobrevivió de milagro, ella no podía hablar, caminar o tragar alimentos, además de que tenía la visión doble, no escuchaba por el oído derecho y la mitad de su cara estaba paralizada, también del lado derecho.
Pero lo que los mantuvo con fuerzas ante este terrible capitulo fue la fe en Dios que tuvieron sobre cualquier diagnóstico médico, lo que le dejó una gran enseñanza a ella sobre cómo se mueve el poder del Señor.
“Tuve que aprender a encontrar a Dios en medio de todo esto. Aprendí que la bondad de Dios no estaba ligada a mis circunstancias terrenales, y que Dios siendo bueno no se basaba en nada que sucediera en el mundo físico. La cruz puso todo en perspectiva”, contó ella en una entrevista.
Así que junto a su esposo decidió fundar “Hope Heals” (La esperanza sana), una organización sin fines de lucro que atiende y ayuda a personas con discapacidades, la cual les ha dado a ellos el reconocimiento internacional de ser defensores de las personas con diferentes tipos de condiciones.
Partiendo de que cada lucha y sufrimiento traen nuevas experiencias con Dios, ese es el aliento que brindan a otros que también han vivido situaciones similares.
“Sufrir bien comienza con no tener tanto miedo a las historias duras y realmente luchar con la naturaleza triste y agridulce de la vida y no tener miedo de hablar de eso y encontrar nuevamente a Dios en medio de eso.
No debemos tener miedo al sufrimiento porque, como creyentes, podemos estar seguros de que las luchas nos darán profundidad y riqueza a nuestras experiencias con Dios y con los demás”, explicó ella.
“Lo que te sucede es menos importante que cómo lo vuelves a narrar. Cómo piensas, cómo encuentras a Dios en medio de ello. ¿Eres una víctima o eres un vencedor?”, agregó a modo de reflexión.