Norma Thornton, una anciana de 78 años, fue arrestada en Bullhead (Estados Unidos), por alimentar a personas sin hogar, porque según, distribuía alimentos, en un lugar público sin permiso.
“Hacía sol, y mi esposo y yo, llevábamos comida al parque, como lo hacíamos la mayoría de la semana, y cuando el día estaba terminado, y todos estaban bastante lejos, llegaron unos policías, y me preguntaron qué estaba haciendo”, le dijo norma a Faithwire.
Durante 4 años alimenta y ayuda indigentes
Thornton, durante cuatro años, se mantuvo firme cocinando y donando, en el parque de la cuidad de Arizona, como forma de llevar el amor de Jesús, a los más necesitados, informa Guiame.com.
Y fue hasta en marzo de este año, que fue detenida y acusada de tal delito. “La policía dijo, “estas bajo arresto. Esta es una prisión oficial, y tienes que ir a la corte”, recordó.
La anciana mostró sus documentos de identidad, y explicó que estaba realizando una acción social.
Norma fue juzgada en la corte, recibió libertad condicional, y tuvo que pagar una multa; pero, a pesar de las dificultades, dijo que seguirá ayudando a quienes pasan hambre.
“No detendré mi ministerio. No me importa lo que digan. Ellos estaban equivocados, y yo tengo razón. Una de las formas, en que sé que tengo razón, es que oré al respecto”, declaró.
La anciana, fue testigo de cómo Dios ha provisto de provisiones para la acción social. “Cada vez que tengo dudas, algo sucede. De repente hay una caja de comida, una bolsa de comida, o lo que sea que necesito”, dijo.
Su mayor motivación es su fe
Thornton afirmó, que su mayor motivación para seguir sirviendo a los pobres, es su fe. “La motivación número uno, es mi Salvador Jesucristo y su Padre. Se nos dice repetidamente, que el primer y más importante mandamiento, es el amor”, reflexionó.
“Ama a tu prójimo. Ama a tu prójimo. Él dijo varias veces. “Lo que hacéis con el más pequeño del pueblo, también me lo haces a mí. Esa es básicamente mi motivación”.
Esto es lo que sucede en muchos paises siempre buscarán la manera de apagar la justicia pero nadie puede apagar un corazón ferviente en ayudar a otros.
