El caso de los gemelos unidos por la cabeza ha recibido gran atención mundial debido a la intervención que les realizaron para separarlos, pero hay un detalle que hizo que el procedimiento fuera todo un éxito.la fe del neurocirujano que llevó a cabo toda la operación.
Arthur y Bernardo Lima, de tres años, son oriundos de Brasil y son uno de los pocos casos de este tipo de condición debido a la complejidad del procedimiento.
Debido a que estaban unidos por la cabeza siendo uno de los 50 pares nacidos por año en el mundo con tal característica; su historia ha llamado la atención por la novedosa manera en que todo se realizó.
Ellos han sido los gemelos más grandes que se han operado con esta condición y la forma en que todo transcurrió supone un hito para la medicina y la ciencia, debido a que los cirujanos participantes fueron capacitados para ello por medio de un entrenamiento de realidad virtual, lo que les permitió reducir mucho las posibilidades de errores en la operación, convirtiéndose así en la cirugía más complicada que alguna vez se hizo.
Ambos compartían un trozo del cerebro y la vena principal que lleva la sangre de regreso al corazón, y tras 7 operaciones y dos cirugías de 33 horas de trabajo en quirófano y una participación de 100 profesionales de la salud ellos fueron separados dándoles así una vida independiente uno del otro.
El procedimiento fue dirigido por los neurocirujanos pediátricos Noor ul Owase Jeelani de Londres y Gabriel Murrafej de Brasil, quien ha sido jefe de cirugía pediátrica en Rio de Janeiro,y fue desde el Instituto Estadual do Cerebro Niemeyer donde trabaja Murrafej que comenzó toda la asistencia para los gemelos.
La fe del doctor Gabriel le ayudó al doctor Jeelani, pues ambos cuestionaban la complejidad de la cirugía, y en el video donde se documentó la operación se reveló que estaban seguros que Dios estaba en ese momento.
“Me dijo: seguro que lo lograremos, porque estoy sintiendo la presencia de Dios aquí con nosotros”, le dijo Murrafej a Jeelani antes de entrar a quirófano.
Un punto importante es que con el temor de todo lo que resultaba separar a los gemelos, el doctor Murrafej dijo que aun con pocas probabilidades, la fe estaba realmente a tope para poder brindarles a los niños una mejor calidad de vida.