Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:16
Realmente, ¿tenemos confianza en Dios? Tal vez muchos dirán que sí. Pero eso no solo se dice, también se evidencia. No podemos decirlo por decirlo. De hecho, a veces Dios permite circunstancia en nuestras vidas para que dependamos y confiemos más en él.
Sin confianza en Dios, no hay victoria. Por esta razón, la misma biblia nos explica como podemos cultivar esa confianza y qué podemos lograr con ella.
En este versículo nos dice claramente que nos acerquemos. Este es una de las mejores y más privilegiada invitación que nos hayan hecho en nuestra vida. Dios te dice: acércate confiado al trono de la gracia. Ven humillado, Dios te espera, date prisa, no tarde.
El versículo también explica, para qué. Y es que al acercarnos alcanzamos misericordia para el oportuno y preciso socorro. En el salmos 121 el salmista afirma que Jehová es su socorro, y si en este versículo alcanzaremos socorro quiere decir que tendremos un encuentro con nuestro Dios.
Confía y encontrará socorro.