Hay más razones para confiar en Dios que para no confiar. El Señor nos ha dado tantas razones para confiar que son incontables. Todos nosotros podemos testificar de lo que Dios ha hecho con nosotros.
No nos cabe duda que sin Dios no somos nada. Pero el detonante es que nosotros sabemos que Dios existe, que él está ahí pero muchas veces no confiamos en él.
Debemos cada día humillarnos ante él, y pedirle que nos ayude a confiar más en él. Sin él no somos nada. Por eso te dejamos este testimonio de la salmista Arisa. Donde testifica como Dios se glorificó dándole vida a su hijo cuando todo parecía no tener solución.
Este testimonio será de mucha bendición para tu vida. Dios aún siga obrando, Dios sigue haciendo milagros y maravillas. Para él no hay nada imposible. Confía en Dios, ya no dudes más.