En el día que temo, Yo en ti confío. Salmos 56:3
En los momentos difíciles, en los momentos de aprieto, en los momentos de guerra y luchas en esta vida debemos de seguir confiando más en Dios.
Puede acabarse los alimentos, la ropa, lo material, pero lo que no se puede acabar es la confianza en Dios. Para que esta no se acabe debemos de permanecer buscándoles.
Estemos bien o estemos mal, no podemos deja de confiar, por eso el salmista pudo expresar; «El día que temo, en ti confío». Tu también lo puede creer y expresar en esos momentos donde nadie te socorre sino solo Dios.
No importa lo que ahora te atemoriza, nuestro Dios nos da paz y consuelo en medio de la adversidad. Así que, el día que tema solo confía y cuando confíe ya no tendrás miedo.