Los misioneros en Liberia se enfrentan a los peligros de la selva y caminan por mas de cinco a siete horas al día para llevar el Evangelio a las tribus remotas de los pueblos que no han sido alcanzados.
Ademas Con el apoyo de Christian Aid Mission, los misioneros se esfuerzan por compartir a Jesús con los pobladores hostiles, incluso cuando enfrentan amenazas de muerte.
“A veces nos encontramos con mosquitos, serpientes o leones, entre otros animales, y nos enfermamos”, dijo el líder del ministerio local, cuyo nombre no fue revelado por razones de seguridad, informa Christian Aid.
“Los idólatras a veces nos amenazan, diciendo que si no salimos de su aldea, nos matarán. Tenemos que enfrentar todo esto confiando en Dios, el autor y consumador de nuestra fe”, afirmó.
Bajo el compromiso de llevar las Buenas Nuevas del Evangelio a todos los pueblos, los trabajadores misioneros se someten a sacrificios.
Los misioneros también proclaman a Jesús en ciudades de Liberia, utilizando diversos medios, como programas de radio, reuniones de reavivamiento y visitas domiciliarias.
El equipo también se ofrece a ayudar a los aldeanos en sus fincas como una forma de ganarse su confianza y hablar de Jesús.
El lider afirma que en seis meses, el equipo misionero guió a 270 liberianos a Cristo
Una joven que pasó gran parte de su vida atrapada en las drogas, el alcohol y el tabaco. Experimentó una gran transformación al entregarse a Jesús. Su estilo de vida se parecía al del hijo pródigo.
Enfrentando los desafíos y peligros del campo misionero, los misioneros confían en el poder de la Palabra de Dios para salvar a los liberianos.